miércoles, 24 de mayo de 2017

FESTIVIDAD DEL CORPUS CHRISTI, DÍA DE LA CARIDAD (18 de Junio de 2017) MENSAJE DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL “Llamados a ser comunidad”

En la fiesta del Corpus Christi, los cristianos adoramos la presencia real de Jesucristo muerto y resucitado por nuestra salvación bajo las especies sacramentales del pan y del vino consagrados. En este día acogemos la invitación de Cáritas a crecer como comunidad de hermanos y a participar en la Eucaristía, sacramento de comunión con Dios y con nuestros semejantes. De este modo, cuantos comemos de un mismo pan no sólo somos invitados a formar un solo cuerpo, sino a crecer en la espiritualidad de comunión que dé sentido y anime nuestro compromiso social en favor de los que sufren.

Vivamos en comunión
Con el lema “Llamados a ser comunidad”, Cáritas nos invita en su campaña institucional a poner el foco de atención en la dimensión comunitaria de nuestro ser, como eje fundamental de nuestro hacer al servicio del Reino de Dios y del proyecto de transformación social en el que estamos empeñados en el ejercicio de la caridad.

 El redescubrimiento de nuestro ser comunitario es el punto de partida para superar nuestros intereses individuales, los comportamientos autorreferenciales y colaborar con el Señor en la construcción de un mundo en el que la experiencia del amor de Dios nos permita vivir la comunión y construir una sociedad más justa y fraterna.

 La comunidad, nos recuerda Cáritas,  es el ámbito donde podemos acompañar y ser acompañados, donde podemos generar presencia, cercanía y un estilo de vida donde el que el que sufre encuentre consuelo, el que tiene sed descubra fuentes para saciarse y el que se siente excluido experimente acogida y cariño. En la comunidad podemos responder al  mandato de Jesús, que nos mandó dar de comer al hambriento (Mc 6,37) y podemos implicarnos en el desarrollo integral de los pobres, buscando los medios adecuados para solucionar las causas estructurales de la pobreza. 
 Sólo así podremos encontrar salidas a nuestra realidad social, más centrada en la búsqueda de intereses egoístas, en la agresividad ideológica y en la permanente descalificación del otro que en el descubrimiento de lo que nos une y nos enriquece a pesar de las legítimas diferencias.

martes, 16 de mayo de 2017

Inicio de la campaña de adhesiones a la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente #MásITD

Coincide con la puesta en marcha de la web www.iglesiaporeltrabajodecente.org

Las entidades promotoras de Iglesia por el Trabajo Decente, en adelante ITD, transcurridos los dos primeros años desde la presentación pública de la Declaración, dan un paso más en su compromiso con la puesta en marcha de una campaña de adhesiones a la iniciativa.

En ella solicitan la adhesión a la declaración fundacional de Iglesia por el Trabajo Decente para tomar «conciencia de que el desempleo, el trabajo precario, la desigualdad en el acceso a un trabajo decente y la limitación al ejercicio de los derechos humanos que esto supone, son un atentado a la dignidad humana» y animar a sumarse a la exigencia de trabajo decente, que no es ajena en la Iglesia.

Por citar algunos ejemplos, en Caritas in veritate, se señala que el trabajo decente es «expresión de la dignidad esencial de todo hombre o mujer» (n. 63). En Laudato si’ se insiste en la importancia de la dignidad del trabajo y del trabajo digno para la realización de la dignidad humana, la lucha contra la pobreza y la configuración de una sociedad que, con el trabajo de las personas, cuide la vida de todos y la casa común, realizando así la vocación humana (n. 128). Y en Iglesia, servidora de los pobres, instrucción pastoral de la Conferencia Episcopal Española, señala que «para que el trabajo sirva para realizar a la persona, además de satisfacer sus necesidades básicas, ha de ser un trabajo digno y estable. (…) La política económica debe estar al servicio del trabajo digno. (…) Defender el trabajo decente significa poner en el centro a la persona en vez de la rentabilidad económica; ir más allá del empleo y distribuirlo justamente; reconocer los trabajos de cuidado necesarios para la vida; luchar por condiciones dignas y el cumplimiento de los derechos; conciliar trabajo y descanso; y desvincular derechos y empleo. Es una misión irrenunciable ante el aumento de las desigualdades y de la pobreza laboral. Y es esencial para una sociedad más decente» (3.6).

La campaña se dinamizará en los ámbitos de las parroquias de las distintas diócesis del país, así como entre grupos, movimientos de base y organizaciones de la Iglesia. Para facilitar la adhesión, se podrá realizar desde la web de ITD coincidiendo con su estreno.

Este espacio de comunicación pretende ser un «punto de encuentro para personas, entidades, movimientos o instituciones de la Iglesia, pero también del conjunto de la sociedad, sensible a la exigencia de trabajo decente». Para ello, ofrece toda la información relativa a los contenidos y la actividad de ITD; materiales de sensibilización y formación; recursos del magisterio de la Iglesia que abordan o recogen la importancia del trabajo decente.

Dispone de una «sala de prensa» que muestra la actualidad de ITD; de sus entidades promotoras y actividad de pastoral obrera de la Iglesia. Facilita el contacto y la relación profesional con los medios de comunicación social. Y, por último, ofrece la posibilidad de suscripción a un boletín informativo gratuito para cualquier persona interesada en recibir información sobre ITD.

CáritasConferencia Española de Religiosos (CONFER), Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica (JEC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC) renuevan su compromiso de favorecer dinámicas de sensibilización, visibilización y denuncia sobre una cuestión central en la sociedad y esencial para la vida de millones de personas: el trabajo humano y anunciar el concepto de trabajo decente «hacia el interior de nuestras organizaciones, hacia la Iglesia en general y hacia la sociedad».

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