domingo, 30 de noviembre de 2014

MANIFIESTO DE LAS PERSONAS SIN HOGAR

Yo tenía una casa... y fui feliz mientras viví en ella. Mi casa fue siempre mi lugar de referencia, donde me sentía seguro, acompañado y podía ser yo mismo, allí me sentía persona y formaba parte de la sociedad.

Luego la vida se complicó, empezaron a aparecer los problemas, todos encadenados, algunos por responsabilidad mía y otros iban surgiendo por el contexto en el que me hallaba y las relaciones que iba consolidando con personas que no me convenían. En muy poco tiempo me encontré solo, sin recursos en los que poder apoyarme, ayudarme y que me acompañasen.

Todo mi mundo y mi vida se vinieron abajo cuando me vi fuera de mi casa, en la calle. Es en ese momento cuando eres consciente y te das cuenta de lo que pierdes y lo que significa tener una casa, un hogar.

Cuando llegas a la calle es porque no tienes un apoyo; porque los que tenías no te readmiten. Sientes ansiedad, frustración, la autoestima baja, y ante todo, soledad; mucha soledad. Cuando llegas a la calle caminas mucho, terminas con los pies destrozados; no puedes realizarte curas o tener la higiene que querrías, llegando a ser tu única preocupación el no caer enfermo. Cuando llegas a la calle y ves a otras personas con sus hijos y su familia, tiendes a comparar con lo que tenías antes, siendo inevitable el sentimiento de pérdidas y desprotección. Cuando llegas a la calle el aspecto psicológico hace que estés al límite; no tienes comida, no descansas, sientes miedo a robos o agresiones... tardas en darte cuenta de que has tocado fondo, que vives en una fragilidad constante.

Volver a la familia es difícil cuando estás en situación de calle, sientes la pérdida de su amor, que nada te sostiene, que no tienes eso que llaman “red social” que te apoye y no te deje caer.

La sociedad nos convierte en “no seres humanos”. Se comportan así porque no comprenden; huyen, tienden a abandonarte. Algunos te llegan incluso a decir “te lo has ganado a pulso”. No han de tener ese egoísmo, esa autodefensa de su alrededor, ese miedo... somos personas; un día tuvimos nuestra casa, nuestro trabajo, nuestra familia... como el resto; nadie está exento de poder pasar por esto. Un problema de salud, una depresión... te puede llevar a la calle. No elegimos vivir en la calle, sin derechos.

Como queremos ser uno más, queremos que se nos escuche; tener una casa no se trata de un privilegio, es un derecho a todas luces. Tener acceso a ella no debería ser algo que nos tuviésemos que ganar, sino algo que esta sociedad no se puede permitir.

Tener un sitio donde volver, donde alguien pueda estar esperándonos, donde poder sentarnos cómodamente; un lugar en el que tengamos una mesa para comer, una ducha que utilizar, una cama para dormir... en definitiva, un hogar al que llegar, y en el que poder estar. ¿Acaso es esto pedir demasiado?

Somos muchos los que llevamos viajando durante mucho tiempo a ninguna parte. No hay conciencia del cansancio físico y mental que eso supone... por ello es tan importante tener un destino. Siempre hay un destino al que las personas llegan. ¿Qué hay del nuestro? ¿Dónde está ese descanso y esa seguridad necesarios?

“Tu casa puede sustituir al mundo; el mundo jamás sustituirá a tu casa” (Proverbio alemán)

viernes, 28 de noviembre de 2014

30 de noviembre: Campaña por las Personas sin hogar. "Por una vivienda digna y adecuada. Nadie Sin Hogar"

Convocado por Cáritas, FACIAM (Federación de Asociaciones de Centros para la Integración y Ayuda a Marginados), fePsh (Federación de Entidades de Apoyo a las Personas sin hogar), XAPSLL (Xarxa d´Atenció a Persones sense llar) y BesteBi (Plataforma por la inclusión residencial y a favor de personas sin hogar de Bizkaia), el pasado 30 de noviembre celebramos el DÍA DE LAS PERSONAS SIN HOGAR que este año ha llevado por lema “POR UNA VIVIENDA DIGNA Y ADECUADA. NADIE SIN HOGAR”.

Estas entidades han querido denunciar que la «situación de emergencia residencial» que se vive en España y añaden que «no se trata de una afirmación alarmista, sino de una constatación que ponen de manifiesto los datos». Así, mientras fePsh indica que más de 30.000 personas viven en nuestro país sin hogar y sin techo, el VII Informe FOESSA señala que en 2013 un 3,3% de personas en España viven en situación de hacinamiento. Y, según datos de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, entre enero y julio de 2013 se produjeron en España 35.908 desahucios; y el 83% de los afectados afirman no tener otra vivienda, ni de propiedad, ni de alquiler, en la que alojarse.

Nos recuerdan que «toda persona tiene derecho a una vivienda digna y adecuada». Este derecho se incumple gravemente en las personas y familias que no tienen techo o, aún teniéndolo, no disfrutan de una vivienda digna, adecuada, en paz y en un entorno habitable y sustentable. En las que se ven empujadas a vivir sin techo, en espacios públicos o pernoctando en algún centro de emergencia y de carácter temporal. O en las que no tiene otro remedio que seguir viviendo en una recinto inadecuado, ya sea una chabola o en una vivienda masificada.

Nos animan a «aprehender que no hay derechos para nosotros y “sobras” para las personas que están en situación de sin hogar». Y nos recuerdan que «somos todos seres humanos y, por tanto, titulares de derechos. Y todas las personas son igual de prioritarias en la garantía de sus derechos por parte de las Administraciones públicas».

jueves, 27 de noviembre de 2014

Sin Hogar... Sin Techo... en Palencia

Cuando todo lo que tienes
cabe... en una maleta
El Centro de Acogida a Personas Sin Hogar de Cáritas Palencia ha albergado en lo que va de año a 771 personas, un centenar más que en el mismo período del pasado año, con 1.123 ingresos. De estas 708 eran hombres, 63 mujeres y 356 repitieron estancia.

Durante el último año se ha incrementado la acogida de personas mayores de 65 años. El Centro acoge a personas entre 18 y 65 años de edad al entender que para el resto de tramos de edad existen recursos. Sin embargo, cada vez llegan más ancianos abandonan las residencias para personas de la tercera edad.

El perfil sigue siendo en el de personas que han perdido su hogar por culpa de adicciones o la crisis, que acaban de salir de la cárcel o están a punto de ingresar en ella, con órdenes de alejamiento e incluso madres con niños de corta edad. Cada persona presenta carencias y dificultades específicas y lo único que tienen en común es que están en la calle.

El tiempo mínimo de estancia es de dos días para quienes solo buscan dormir y alimentarse y se puede prolongar hasta un año para quienes deciden iniciar programas para su reinserción en la sociedad. También, durante el primer mes ya fuera del Centro se permite comer en el mismo para que así puedan reducir gastos y contribuir a que mantengan su autonomía.

El Centro de Acogida a Personas Sin Hogar de Cáritas Palencia cuenta con 30 plazas. En el mismo trabajan seis personas además de 34 voluntarios. El Centro permanece abierto las 24 horas del día durante todo el año.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Por una vivienda digna y adecuada. Nadie Sin Hogar





En la mañana de hoy, 26 de noviembre de 2014, se ha presentado, en el Centro de Acogida a Personas Sin Hogar, la Campaña de Personas Sin Hogar de este año... que tendrá su punto culminante el próximo domingo 30 de noviembre. Juan José Martínez (Dtor. de Cáritas Diocesana) y Emilia Pascual (Responsable del Centro de Acogida) han explicado muy claramente cuál es el significado de esta Campaña y cuál es la realidad del día a día de las personas que se acercan al Albergue y cuál es la actividad que en él se desarrolla.






Las personas sin hogar no son noticia. En pocos medios de prensa se recogen las agresiones o los fallecimientos de los hombres y mujeres que viven en la calle. El frío del invierno, la nieve y la lluvia sí pueden conseguir que en alguna página de periódico se dediquen unas líneas a esta realidad que no queremos ver, porque nos duele como sociedad; porque nos pone frente a un espejo que devuelve la imagen de un mundo injusto y egoísta. Preocupado por solucionar la quiebra económica de multinacionales o de bancos, pero ajeno al sufrimiento físico y moral de millones de personas, cientos de miles en nuestro país, que llamamos «personas en situación de exclusión», «los nadies», «los invisibles», «los pobres»...



Treinta mil personas en España no tienen techo propio donde cobijarse, donde construir expectativas, donde calentarse, dormir, soñar, proyectar, curarse de las heridas cotidianas... Más de un millón de personas viven en nuestro país en infraviviendas: no poseen servicios mínimos (agua corriente, electricidad, saneamiento incorporado y cuarto de baño), no tienen ventilación adecuada, carecen de protección frente a las inclemencias climáticas, viven hacinadas, sus viviendas son de difícil acceso y jurídicamente inestables.






NADIE SIN HOGAR... PORQUE TODOS TENEMOS DERECHO A...



• Tener un espacio propio, íntimo. Donde nadie pueda entrar de forma arbitraria.

• Poder trasladarnos de lugar sin renunciar a nuestra identidad.

• Ser acogidos si ya no podemos vivir en el país, pueblo, barrio, hogar que era nuestro.

• Proteger nuestros bienes, sean muchos o pocos, o casi no sean nada.

• Soñar, proyectar, volver a intentarlo una y mil veces. Compartir, tener amigos, compañeros, vecinos.

• Casa, agua, luz, sin barreras. Salud, educación, formación, música, arte, fiesta, denuncia, unión...




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