miércoles, 22 de marzo de 2017

22 de marzo, Día Mundial del Agua CÁRITAS SE MOVILIZA EN PERÚ Y EL CUERNO DE ÁFRICA PARA PALIAR LOS DESASTRES DEL CLIMA EN LAS COMUNIDADES MÁS VULNERABLES

Cáritas Perú distribuye en las últimas semanas 89 toneladas de ayuda humanitaria a 2.000 familias afectadas a causa de «El Niño». Las Cáritas de Sudán del Sur, Etiopía, Somalia y Kenia afrontan la crisis de alimentos creada en el Cuerno de África por efecto de «La Niña»

Hoy se conmemora en todo el mundo el Día Mundial del Agua, una jornada convocada por Naciones Unidas para llamar la atención sobre la importancia del agua como un elemento esencial del desarrollo sostenible y su impacto en la vida de miles de millones de personas, al incidir en cuestiones vitales como la seguridad alimentaria, la salud y al medio ambiente.

En esta jornada, la red mundial de Cáritas lanza una alerta humanitaria en dos zonas del planeta tan alejadas como Perú y el Cuerno de África, que se enfrentan, simultáneamente, a sendas emergencias climáticas provocadas por un régimen irregular de lluvias.

Como efectos de dos ciclos climáticos estrechamente interrelacionados, como son el fenómeno de “El Niño” en el Pacífico y el de “La Niña” en el Índico, en los últimos meses asistimos, en el hemisferio occidental, al desastre provocado en las regiones costeras del Perú por lluvias e inundaciones devastadoras y, en la otra parte del globo, a la grave crisis de alimentos provocada en Sudán del Sur, Etiopía, Somalia y Kenia por la sequía que asola toda la región del Cuerno de África.

Respondiendo a su dimensión humanitaria, la red Cáritas ha movilizado sus recursos para ofrecer apoyo humanitario a las personas más vulnerables en esas dos regiones.

RESPUESTAS DE CÁRITAS PERÚ A LAS INUNDACIONES
En las dos últimas semanas, la Cáritas Nacional del Perú ha reforzado sus dispositivos de respuesta humanitaria a los efectos de la emergencia causada por las intensas lluvias, que desde enero azotan buena parte del país y que han ocasionado riadas e inundaciones, con un saldo creciente de daños personales y materiales.

Los efectos más graves de las inundaciones, que han sido especialmente intensos en los últimos días, se han registrado en los departamentos de Lima, Ica, Arequipa, Piura, Tumbes, Chiclayo, Ancash (Chimbote) y La Libertad.

Según los últimos datos oficiales aportados por Cáritas Peruana, hasta la fecha se han registrado 75 fallecidos, 263 heridos, 20 desaparecidos y más de 700.000 damnificados y afectados. Asimismo, un total de 10.538 viviendas han quedado colapsadas, 159 puentes destruidos y 1.903 kilómetros de carreteras gravemente dañadas.

Campaña nacional de Cáritas Perú
Ante esta situación, Cáritas del Perú, además de reforzar sus equipos de respuesta a la emergencia en las zonas siniestradas, ha lanzado una campaña nacional de solidaridad bajo el lema “El Perú da la mano” para recabar el apoyo de la ciudadanía y de las entidades privadas con las necesidades más urgentes de los damnificados.

Cáritas del Perú ha desarrollado hasta el momento las siguientes acciones para apoyar a las familias damnificadas por las inundaciones: 

-       Cáritas Chosica: Ha atendido a 554 familias con 36 toneladas de ayuda humanitaria (alimentos, ropa, calzado, productos de higiene y material de ferretería).
-       Cáritas Ica: Ha facilitado ayuda de primera necesidad a 199 familias con 13,5 toneladas de alimentos, ropa nueva, agua potable y productos de higiene, de ferretería y de menaje doméstico.
-       Cáritas Piura Tumbes: Se ha atendido a 250 familias con 16.5 toneladas de ayuda humanitaria (alimentos, ropa, agua y artículos de higiene y ferretería, así como motobombas).
-       Cáritas Chiclayo: Se ha apoyado a 292 familias con 11 toneladas de ayuda de primera necesidad, motobombas y purificadores de agua.
-       Además, se ha efectuado el envío de ayuda humanitaria a las Cáritas de Chulucanas (3,4 toneladas), Cáritas Cañete Yauyos (6,2 toneladas), Cáritas Camaná (1,5 toneladas) y Cáritas Selva Central (1 tonelada).

En total, Cáritas Perú ha canalizado ya 89 toneladas de suministros de emergencia a las poblaciones afectadas y ha atendido a más de 2.000 familias damnificadas.

Llamamiento de los obispos peruanos
El pasado domingo 19 de marzo se celebró en todo el país, fruto de un llamamiento lanzado por los obispos de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), un Día de Oración y Solidaridad con todos los damnificados.

Los prelados, además de expresar su “solidaridad y cercanía con todos los hermanos y hermanas que sufren a consecuencia de estos fenómenos naturales, tanto por la muerte de algún ser querido como por la pérdida de todo lo que tenían para vivir”, alentaron a todos los peruanos a colaborar “con ayuda material que ha de ser entregada en las zonas más golpeadas de nuestra patria”.

En su mensaje, los obispos peruanos exhortaron a mantener la “fe que ilumina y fortalece, conservemos la esperanza que alimenta la solidaridad, abramos las puertas de la caridad para que el alivio de tantos necesitados sea pronto y oportuno”.

Además de activar un amplio dispositivo de respuesta a la emergencia y de recabar la solidaridad ciudadana con los damnificados, Cáritas del Perú está preparando el lanzamiento de un llamamiento de emergencia a la red internacional de Cáritas para solicitar fondos a las Cáritas donantes de todo el mundo que permitan financiar tanto las actuales operaciones de ayuda como los programas de post-emergencia.

ALERTA ALIMENTARIA EN EL CUERNO DE ÁFRICA
En la región del Cuerno de África, las condiciones climáticas adversas, sumadas a la recurrencia de las crisis económicas y los conflictos prolongados en los países de la región, mantienen unos niveles elevados de inseguridad alimentaria que provocan una situación de crisis humanitaria crónica. En los últimos meses, esta situación ha adquirido nivel de emergencia alimentaria a causa de una prolongada sequía provocada por los efectos de “La Niña”.

Más de 26 millones de afectados
La situación humanitaria, que se han ido deteriorando a lo largo de 2016, se ha agravado durante los 3 primeros meses de 2017, provocando desplazamientos de población y nuevos brotes de enfermedades.

De acuerdo con los datos oficiales disponibles, en toda la región hay 26,5 millones de personas necesitadas de asistencia humanitaria urgente. Por países, la población afectada son 7,5 millones en Sudán  del Sur, 9,2 millones en Etiopía (donde la sequía se ha cobrado ya la vida de más de 100.000 personas), 2,7 millones en Kenia y otros 6,2 millones en Somalia.

Para afrontar una crisis de estas dimensiones, las Cáritas nacionales de los cuatro países afectados han puesto en marcha operaciones de ayuda humanitaria para paliar los efectos de la falta de alimentos básicos e impulsar programas de subsistencia agropecuaria de las comunidades rurales en situación más precaria.

Las Cáritas de Sudán del Sur, donde la situación es crítica, y de Etiopía han lanzado sendos llamamientos de emergencia a la red internacional de Cáritas para recabar los fondos necesarios con los que financiar los programas de distribución de ayuda humanitaria.

Sudán del Sur y Etiopía
La Cáritas Sudanesa ha solicitado 519.169 euros para sufragar la distribución de ayuda urgente a unos 10.000 beneficiarios directos y otros 52.000 beneficiarios indirectos en las diócesis de Rumbek, Yei, Malakal, Juba y Tambura-Yambio. “Ahora no es momento para que la comunidad internacional abandone Sudán del Sur. Juntos hemos de hacer todo lo posible por salvar vidas”, indica Gabriel Yai, de Caritas Sudán del Sur, el país más joven de África en el que a la hambruna se suma el flagelo de la guerra.

Tras la declaración de la hambruna en el Estado de Unidad (Sudán del Sur) por parte de la ONU, los obispos católicos del país han publicado una carta pastoral en la que condenan la guerra civil y etiquetando la hambruna como “obra del hombre”.

“Queremos que el mundo oiga la verdadera situación en la que se encuentra nuestro pueblo. Nuestro país está atrapado en una crisis humanitaria: hambre, inseguridad y dificultades económicas. Nuestra gente está luchando, simplemente, por su supervivencia”, dicen los prelados.

En Etiopía, el llamamiento a la red internacional de Cáritas ha sido de 423.459 euros, que se destinan a garantizar ayuda de emergencia a 13.000 hogares en la Diócesis de Sodo.

Somalia y Kenia
Las Cáritas de Somalia y de Kenia, por su parte, están preparando un nuevo llamamiento de emergencia, cuyo lanzamiento a toda la red Cáritas está previsto en breve.

En Somalia, la situación de emergencia alimentaria se está viendo agravada por diversos brotes de cólera. La red Cáritas en el país apoya en la región de Gedo 3 hospitales, 10 unidades de atención primaria de salud y 4 centros de salud. "Tenemos dos desafíos: cólera y hambre" señala Ali, uno de los miembros del equipo de Critas en el terreno. "Si no vienen las lluvias en abril, será una catástrofe", advierte.

La hambruna de 2011 se saldó con la muerte de un cuarto de millón de personas. Pero la sequía actual es mucho más severa y prolongada que la de 2011. La respuesta de Cáritas a la emergencia se centra en las zonas rurales del centro y sur de Somalia, y cerca de la frontera con Kenia. Las actividades incluyen la instalación de puntos de agua y reparación de pozos y sistemas de irrigación, mantenimiento del ganado, reparto de alimentos, prevención de enfermedades y promoción de higiene.

RESPUESTA DE CÁRITAS ESPAÑOLA
En Perú, Cáritas Española mantiene un contacto permanente con la Cáritas nacional para hacer seguimiento puntual de la evolución de esta emergencia y la situación de los damnificados. Se está a la espera de conocer el importe total del llamamiento de emergencia para hacer efectiva, de forma inmediata, su aportación económica inicial al mismo.

En el Cuerno de Africa, Cáritas Española cuenta con una presencia cualificada en el terreno, donde Rodrigo Sáez, cooperante en la zona, trabaja acompañando el trabajo de las Cáritas de la región desde su centro de operaciones en la capital etíope, Adiss Abeba.

Con objeto de canalizar la solidaridad de los donantes españoles hacia las necesidades de los damnificados por estas dos emergencias, Cáritas ha abierto sendas campañas bajo el nombre “Cáritas con Perú” [COLABORAR PERÚ] y “Cáritas con el Cuerno de África” [COLABORAR CUERNO ÁFRICA].

También es posible hacer donaciones a través del teléfono 900.33.99.99 y de las cuentas abiertas por las Cáritas Diocesanas.

martes, 21 de marzo de 2017

Un año desde el Acuerdo UE-Turquía: Pasos en la mala dirección


El 18 de marzo de 2016 los miembros del Consejo Europeo (Jefes de Estado y de Gobierno) se reunieron con su homólogo turco para firmar una declaración en la que acordaron medidas adicionales para “poner término a la migración irregular desde Turquía a la UE”. 
 
Se trata de un acuerdo internacional, solo que disfrazado bajo el nombre de declaración. Un acuerdo internacional hurtado al control democrático del Parlamento Europeo, que no ha sido objeto de ratificación ni está publicado en Diario Oficial alguno. Además, el acuerdo genera discriminación en base a la nacionalidad, ya que sólo contempla el reasentamiento desde Turquía de personas sirias. 
 
Para poder declarar la inadmisibilidad de las solicitudes de protección de las personas que llegan a las islas griegas, el acuerdo califica a Turquía como tercer país seguro, a pesar de las evidencias de la deteriorada calidad democrática del régimen y la violación de los derechos humanos, tanto de los ciudadanos disidentes como de las personas migrantes y refugiadas.
 
Aunque las autoridades europeas se felicitan por el buen funcionamiento del acuerdo, no es cierto: miles de personas permanecen en un limbo jurídico, como huéspedes temporales en Turquía y en campos en las islas griegas viviendo en pésimas condiciones.
 
El acuerdo responde a una estrategia política europea en plena expansión dirigida a cerrar nuestras fronteras, considerando terceros países seguros a otros de los que proceden o por los que transitan importantes flujos de migrantes y refugiados, y a aumentar sustancialmente las expulsiones desde Europa, como se deriva del nuevo Plan de Acción de la Comisión Europea sobre retorno que, con un lenguaje confuso permite incluso el internamiento de menores. Otro caso sangrante es el acuerdo con Afganistán para la readmisión de todas las personas afganas que expulse la Unión Europea aunque no es el único. Actualmente hay negociaciones similares de control migratorio y readmisión a cambio de diversas contraprestaciones por parte de la UE con Libia, Etiopía, Níger, Nigeria, Senegal, Malí y Túnez.  
 
Se trata de acuerdos internacionales en los que se propone exclusivamente el control de los flujos migratorios y el cierre de nuestras fronteras incluso vulnerando las garantías mínimas de Derechos Humanos y Protección Internacional, aumentando la presión migratoria sobre países que no cumplen dichos estándares ni tienen capacidad para garantizarlos. La Unión Europea, lejos de habilitar vías legales y seguras, genera cuellos de botella para los cientos de miles de personas que vienen huyendo de la guerra, la persecución o quienes se ven forzados desplazarse por las consecuencias del deterioro medioambiental o la ausencia de oportunidades de vida en sus países.
 
Es una solución cortoplacista, que evidencia su ineficacia y provoca violaciones de Derechos Humanos de las que todos los gobiernos son materialmente responsables. Tampoco es una respuesta al crecimiento del populismo o de la quiebra del modelo Europeo, viola diversos acuerdos internacionales y se deriva la responsabilidad a otros Estados.
 
Exigimos
- Que la Unión Europea asuma su responsabilidad como actor internacional en coherencia con sus valores constituyentes y con su identidad, lo cual supone promover un papel activo en la defensa  y de los derechos humanos  y de la paz tanto por parte de la UE  como de los Estados Miembros. Estos principios han de regir todas las políticas comunitarias.
 
- Dejar de externalizar las responsabilidades europeas de protección en manos de terceros países pretendidamente seguros, sobre la base de que proporcionen una “protección suficiente”, si no garantizan una “protección efectiva”, con unos estándares similares o superiores a los del sistema europeo que se pretende reformar. Un año después sabemos que los resultados se cuentan en víctimas, en vidas que debían haber sido protegidas y que han sido truncadas. Existe un incumplimiento del Derecho Internacional por parte de la UE y de cada uno de sus Estados Miembros.
 
- Dejar de presentar el acuerdo UE-Turquía como resultado de una política que convertir en modelo de otros acuerdos similares. Ha sido un "acuerdo" no democrático, volátil, que depende de la "buena voluntad" de Turquía. El modo de abordar la crisis de refugiados como cuestión candente, mina los derechos reconocidos a las personas migrantes forzosas, no supone la solución efectiva que la sociedad civil europea reclama.
 
- Aumentar los fondos de AOD de la UE y de los Estados miembros para promover la paz, la estabilidad y la prosperidad en las zonas de origen de las migraciones forzadas. y aliviar la presión que soportan los países de origen, acogiendo a personas desplazadas internas; y vecinos, acogiendo a personas refugiadas. 
 
- Promover la Educación para la Ciudadanía Global como parte esencial de la política de Cooperación Internacional para el Desarrollo, y de las políticas educativas, con el fin promover sociedades favorables a la acogida y con capacidad para analizar e interpretar las causas de las migraciones forzadas desde una perspectiva de Derechos Humanos, así como para integrar la diversidad de forma positiva.

miércoles, 8 de marzo de 2017

8 de marzo, Día Internacional de la Mujer: Cáritas trabaja para evitar las condiciones de desigualdad y poner sus derechos y su dignidad en el centro de las políticas sociales

8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

Las Mujeres, víctimas de una múltiple discriminación
 
Cáritas trabaja para evitar las condiciones de desigualdad
y poner sus derechos y su dignidad en el centro de las políticas sociales

Desde 1911 los calendarios de todo el mundo reservan el 8 marzo para visibilizar la realidad de las mujeres y reivindicar la lucha por sus derechos y su dignidad. Más de un siglo después, Cáritas conmemora de nuevo esta jornada internacional para llamar la atención de toda la ciudadanía y las comunidades cristianas sobre las situaciones de desigualdad y de violencia que siguen persiguiendo a las mujeres, y las dificultades que persisten en el acceso y garantía de sus derechos.
El  compromiso de la red Cáritas en España y en todo el mundo con las mujeres en situación más vulnerable hunde sus raíces en la propia Doctrina Social de la Iglesia, que deja patente cómo “la persistencia de muchas formas de discriminación que ofenden la dignidad y vocación de la mujer en la esfera del trabajo se debe a una larga serie de condicionamientos perniciosos para la mujer, que ha sido y es todavía ´olvidada en sus prerrogativas, marginada frecuentemente e incluso reducida a esclavitud´” (Compendio de Doctrina Social de la Iglesia 296).
Víctimas de una múltiple discriminación
A pesar de los avances que se han producido en la protección de la igualdad de las mujeres en la vida social y pública de muchos países, las situaciones de desigualdad a las que se ven sometidas cada día siguen existiendo. Gracias, no obstante, a una mayor conciencia social y acceso de todos a la información hace que cada vez sea más difícil ocultarlas.
Cáritas es testigo de ello a través de sus diferentes recursos y proyectos en los que a lo largo de 2016 han acompañado en todo el país a miles de mujeres en situación de desventaja social. Todas ellas ponen rostro a un drama que, más allá de la estadística, persiste: son mujeres que continúan siendo víctimas de una múltiple discriminación, ya que a su condición de género, su origen, su edad, su formación laboral o su posición socioeconómica, se añade, además, los obstáculos de un modelo productivo en el que las mujeres están relegadas con relación a los hombres.
En situaciones familiares de precariedad, constatamos, además, cómo es la actividad femenina la que aumenta –sostenida por empleos en su mayoría, precarios, parciales y mal retribuidos— y cómo son las mujeres quienes garantizan la renta familiar. De esa manera, no sólo asumen la responsabilidad de asegurar una vida digna a los suyos al convertirse en sustentadoras principales de las familias, sino que también son garantes de los lazos familiares.
Las lacras de la violencia y la trata
A esta situación de desventaja social y económica se añade la lacra de la violencia de género y el feminicidio, que es consecuencia perversa de esa desigualdad estructural entre hombres y mujeres. Cáritas Española denuncia firmemente este drama intolerable, que sólo en los primeros meses de 2017 se ha cobrado ya la vida de 20 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas en nuestro país.
A esta tragedia se añaden otras formas de violencia contra las mujeres, como es la trata con fines de explotación sexual, un fenómeno creciente en todo el mundo y que afecta especialmente a las mujeres en procesos de movilidad humana o migración. Según datos de la Organización Internacional de Trabajo, hay 21 millones de personas víctimas del trabajo forzoso en el mundo, de las que casi 5 millones son víctimas de trata con fines de explotación sexual.
La acción que desarrolla la red Cáritas en esos escenarios es muy intensa, tanto a través de acciones preventivas de información e incidencia pública en los países de origen y en los espacios de toma de decisiones de la comunidad internacional, como de acompañamiento y acogida en las rutas de tránsito y de destino.
Por dignidad y derecho
Las mujeres acompañadas por Cáritas en España y en aquellos países donde se apoyan proyectos de ayuda al desarrollo proporcionan testimonios admirables de determinación y de dignidad con las que, en cualquier región del mundo donde se les abren las posibilidades para hacerlo, deciden combatir sus condiciones de desventaja social y apuestan por iniciar procesos personales de empoderamiento y autonomía personal, que las convierte en protagonistas de sus vidas y, en muchos casos, en líderes de procesos de desarrollo de sus comunidades.
Con motivo de la celebración del 8 de marzo, Cáritas sigue comprometida en la construcción de un nuevo sistema económico, más justo y sostenible, a través de un modelo de Economía Solidaria, que evite la desigualdad entre hombres y mujeres, y ponga en el centro de las políticas los derechos de las mujeres. Esta apuesta no se trata únicamente de un imperativo moral y de cumplimiento de los derechos humanos, sino que supone una condición indispensable para el desarrollo sostenible de los pueblos.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Compartimos la visión y el compromiso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible cuyo 5º Objetivo está dirigido específicamente a potenciar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas. Este Objetivo marca, además, metas en los demás Objetivos, al considerar que la igualdad entre hombres y mujeres es una cuestión que abarca diferentes elementos, como la pobreza, la educación, la salud o la situación de la mujer en zonas de conflicto armado, dónde la violencia sexual es un elemento constante.
Uno de los retos de la acción de Cáritas para avanzar en esa dirección es el trabajo en red, la suma de iniciativas y de acciones con capacidad de incidencia en las causas generadoras de desigualdad y exclusión. Para ello, urge establecer un nuevo marco de relaciones entre hombres y mujeres, basado en una educación en la que se dé el protagonismo necesario a los valores de igualdad, solidaridad y derechos humanos.
Desde nuestra convicción en que otra sociedad es posible, Cáritas reclama a las Administraciones públicas y al conjunto de las instituciones una política decidida y eficaz para prevenir las situaciones de exclusión social que sufren las mujeres, para erradicar la violencia de que son objeto y para garantizar su protección desde un enfoque basado en los derechos humanos.

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