Cáritas Española se
suma a la petición de una operación eficaz y rápida, a nivel europeo, de
protección contra el frío
Cáritas
Española se suma a la petición que en las últimas 48 horas han suscrito 430
organizaciones de todo el país que trabajan en defensa de derechos humanos,
migraciones y refugio, y de la sociedad civil, en apoyo del llamamiento “PARA
QUE NO SE MUERAN DE FRÍO”, en el que solicitan una operación a nivel europeo de
protección contra el frío de manera eficaz y rápida.
Las
imágenes de los últimos días en las que decenas de miles de personas refugiadas
están soportando la actual ola de frío polar sin un techo sobre sus cabezas, así
como la congelación de miembros y muerte de varias de ellas, han impulsado a
estas organizaciones (así como cientos de particulares que se han sumado de
forma espontánea al documento) a solicitar a la Comisión Europea y al Gobierno
español una operación eficaz e inmediata que disponga las medidas de emergencia
necesarias de cara a garantizar las condiciones mínimas de habitabilidad de
estas personas.
Las
organizaciones firmantes manifiestan su profunda preocupación debido a que la
situación actual de miles de refugiados en Grecia y los Balcanes pone en riesgo
la vida de muchos de ellos y supone, en la práctica, un incumplimiento de las
garantías mínimas que debe ofrecer la Unión Europea. La Carta de los Derechos
Fundamentales de la Unión Europea, en sus dos primeros artículos, se compromete
a preservar, proteger y respetar la dignidad humana, así como el Derecho a la
vida; dos elementos, que a juicio de los firmantes, se están poniendo en
entredicho.
Por ello,
las organizaciones firmantes solicitan al Gobierno de España y a la Comisión
Europea un papel mucho más activo para poner en marcha urgentemente una
operación europea contra el frío en coordinación con los gobiernos de Grecia y
los países de los Balcanes, a través del Mecanismo europeo de Protección Civil u
otras acciones de emergencia que puedan poner en marcha los propios Gobiernos de
la Unión, que dé una solución urgente e inmediata a estas personas, de forma
independiente a sus procesos de documentación y /o reconocimiento de su
condición de persona refugiada.
Este es
el texto del llamamiento:
Solicitud
al Gobierno de España y a la Comisión Europea
PARA QUE
NO SE MUERAN DE FRÍO:
LA UNIÓN EUROPEA DEBE CUMPLIR EL DEBER DE SOCORRO
LA UNIÓN EUROPEA DEBE CUMPLIR EL DEBER DE SOCORRO
430
entidades denuncian la pasividad de la Unión Europea
ante la emergencia humanitaria en Grecia y los Balcanes
ante la emergencia humanitaria en Grecia y los Balcanes
Más de
75.000 migrantes y refugiados llevan meses varados en Grecia, la antigua
República yugoslava de Macedonia, Serbia, Eslovenia, Croacia, Hungría y
Bulgaria, muchos de ellos a la espera de su reubicación a otros países de
Europa. El sufrimiento de estas personas se ha agravado con la llegada del
invierno, uno de los más fríos en los últimos años. Las temperaturas bajo cero
por la ola de frío polar que azota Europa estas semanas, unido a las pésimas
condiciones en que viven muchas de estas personas ha provocado numerosos
problemas de salud, congelación de miembros o incluso, riesgo de muerte.
A pesar de
los esfuerzos llevados a cabo, el hecho es que la preparación de todos los
campamentos para el invierno no se ha completado y muchos refugiados continúan
viviendo en tiendas.
"Se trata
de salvar vidas, no de papeleos y de cumplir las disposiciones burocráticas", ha
advertido el Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR). Médicos Sin Fronteras
ha denunciado el pasado jueves que se han registrado ya casos de congelación de
miembros entre los alrededor de 2.000 migrantes y refugiados que se encuentran
atrapados en Belgrado, donde en los últimos días se han registrado temperaturas
bajo cero. “Estoy seguro de que el número de casos de congelación será mucho
mayor al final de la semana", ha añadido Andrea Contenta, subrayando que el
pasado fin de semana en la capital serbia se alcanzaron los 16 grados bajo cero
y que la ciudad está cubierta por 30 centímetros de
nieve.
La semana
pasada, refugiados y asociaciones trabajando en los campos de Grecia explicaban
en el manifiesto WAKE UP EUROPE las terribles condiciones de vida con la llegada
del frío. También desde Grecia, el Servicio Jesuita a Refugiados denunciaba el
sufrimiento de miles de personas: “En el Norte de Grecia, un refugiado afgano ha
fallecido por congelación a causa de las temperaturas de 14 grados bajo cero”
señalaba Cécile Deleplanque. “Los campamentos de las islas están abarrotados y
muchas personas continúan viviendo en tiendas”.
Las ayudas
económicas destinadas a proteger a las personas refugiadas del invierno no
parecen haber resultado del todo eficaces. El ACNUR alerta de la situación en la
Isla de Samos donde unas 1.000 personas, incluidas familias con niños, se
encuentran viviendo en tiendas de campaña sin calefacción. La situación en la
ruta de los Balcanes es aún más grave, especialmente en la frontera entre
Croacia y Hungría y Serbia, donde muchas personas refugiadas están afrontando
las bajas temperaturas a la intemperie, ante el abandono e incluso hostigamiento
de las autoridades.
El
invierno es un fenómeno natural que no podemos controlar, pero sí podemos y
debemos atender las necesidades inmediatas de estas personas vulnerables. Europa
no puede dejar morir de frío a las personas refugiadas y es responsable de
darles un trato digno.
Siempre
que la magnitud de una emergencia sobrepasa las capacidades de respuesta de un
país, el Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea permite una
asistencia coordinada de los Estados participantes. Este Mecanismo apoya y
facilita la movilización de los servicios de protección civil de los Estados
Miembros para responder a las necesidades inmediatas de los países afectados por
una catástrofe o en riesgo de sufrirla.
El Centro
Europeo de Coordinación de la Respuesta a Emergencias (CECRE) es el núcleo
operativo del Mecanismo europeo de Protección Civil. El CECRE trabaja en
estrecha colaboración con las autoridades de protección civil de los Estados
participantes en el Mecanismo, para coordinar una respuesta rápida a nivel
europeo. El CECRE proporciona capacidad logística las 24 horas del día para
supervisar y coordinar la respuesta. Además de los Estados miembros de la UE, en
el Mecanismo de Protección Civil de la Unión, participan Islandia, Noruega,
Serbia, Turquía y la Antigua República Yugoslava de Macedonia y
Montenegro.
El
Mecanismo europeo de Protección Civil se ha activado en algunos momentos de 2015
y 2016 para apoyo a los refugiados pero actualmente, sólo permanece abierto para
Grecia -abajo figura el enlace a día 6 de enero- sin que se haya montado una
operativa de emergencia específica con mayores medios para abordar la ola de
frío actual.
Ante la
emergencia humanitaria provocada por la llegada del invierno y la ola de frío
polar en Europa, pedimos con carácter urgente:
1. Al
Ministerio de Interior y al Gobierno de España, que solicite la activación del
Mecanismo Europeo de Protección Civil para organizar una respuesta coordinada
europea que de forma urgente, asista a los refugiados afectados por la ola de
frío en Grecia y los Balcanes.
2. A la
Comisión Europea, que ofrezca a Grecia y los países de los Balcanes la
asistencia inmediata de dicho Mecanismo de Protección Civil para proteger a los
refugiados de las bajas temperaturas que se dan estas semanas en Europa.
Mecanismo
Europeo de Protección Civil a 6 de enero de 2017: https://drive.google.com/file/d/0B8Ebhp0CxldjM1Qxem0zSWZZTS13bFZxUUZBX1JCRnVKeXVn/view?usp=sharing
Acción de
la red Cáritas en la Frontera Este
La red
Cáritas está redoblado sus esfuerzos de acogida y protección a los migrantes y
refugiados que se enfrentan a condiciones de máxima precariedad ante el impacto
de la ola de frío ártico que afecta a Grecia, Serbia y Europa
sudoriental.
Con
temperaturas nocturnas inferiores a 20 grados centígrados bajo cero en algunas
áreas, miles de migrantes están durmiendo prácticamente a la intemperie, en
campos de acogida o edificios abandonados. Estas personas –afganos, pakistaníes,
sirios e iraquíes en su mayoría— han huido de situaciones de conflicto e,
incluso después de que las rutas de migración desde Turquía a Grecia fueran
cerradas el pasado mes de marzo, las personas siguen intentado entrar en Europa
por vías alternativas.
En
Grecia, Caritas está proporcionando ayuda de primera necesidad a los refugiados
que están en perores condiciones, al norte del país. Como señala Maristella
Tsamatropoulou, portavoz de Caritas Hellas, "no hay calefacción alguna. La
población local les está dando madera para hacer pequeñas hogueras o alimentar
estufas. Queman todo lo que pueda arder para mantener el
calor”.
En
Serbia, más de 7.500 personas también están atrapadas en condiciones muy
precarias, cerca de la frontera húngara, casi en estado de congelación. Según
alertan responsables de la red Cáritas en la zona, "los campamentos en Serbia y
Belgrado están superpoblados y miles de personas duermen a la
intemperie".
"Caritas
está en primera línea de la emergencia –añaden—, ofreciendo ropa, alimentos y
ayuda médica a los migrantes y refugiados. "Hacemos todo lo que el Gobierno nos
permite hacer, ya que la acogida a los inmigrantes en el país están bajo el
control estricto del Gobierno y éste no quiere que las organizaciones de la
sociedad civil operen de forma autónoma. Aunque tendríamos los medios para
responder, no se nos permite hacerlo de forma adecuada".
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